RELATO 1:
Nasrudin conversaba con un amigo.
- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí, pensé –respondió Nasrudin. – En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y conocí a una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.
Continué viajando y fui a Isfahan; allí encontré a una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa y conocedora de la realidad material.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.
RELATO 2:
Un hombre caminaba por el bosque cuando vió una zorra lisiada. "¿Cómo hará para alimentarse?", pensó.
En ese momento, se acercó un tigre, con un animal entre los dientes. Sació su apetito, y le dejó a la zorra lo que había sobrado. "Si Dios ayuda a la zorra, también me va a ayudar a mi", reflexionó.
Volvió a su casa, se encerró en ella, y se quedó esperando que los Cielos le proveyeran de alimento. Nada pasó. Cuando ya se estaba quedando demasiado débil para salir a trabajar, se le apareció un ángel.
- ¿Por qué decidiste imitar a la zorra lisiada? -preguntó el ángel y digo.
- ¡Levántate, toma tus herramientas, y sigue el camino del tigre!
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